Puig de les Agulles (Begues)

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sábado, 8 de junio de 2013

DUATLON DE MONTAÑA "EL DIABLE" 2013


Llego el día señalado y los nervios a flor de piel. Se notaba que era mi primera duatlon, ya que no sabía como me iría pero la intención era aprender y disfrutar de ella.
De todas maneras el fin de semana anterior a la duatlon, me pasaría factura de cara a ella y ahora cuento resumidamente el porqué.


La intención ese fin de de semana era hacer el recorrido de BTT (22kms) un par o tres de veces para reconocerlo y sumar unos cuantos kilómetros, ya que iba muy escaso de ellos. Me levante pronto el sábado pero al salir de casa, vi que la rosca del basculante del amortiguador trasero estaba medio suelto y no tenía ninguna llave para apretarlo. Total que tuve que esperar hasta las 10 de la mañana para que abrieran la tienda. Me lo repararon en un momento y a Martorell que fui, con la intención por lo menos de dar dos vueltas. Ya me dejaba una por el camino.

Cargo el GPS y me pongo manos a la obra, bueno mejor dicho... piernas a la obra. El recorrido es corto, durillo y algo técnico. En el kilómetros 10 más o menos, bajando y siguiendo el gps, me encuentro en un cambio de rasante un reguero bastante ancho y sin la opción de esquivarlo, total que salgo volando con el consiguiente golpe en la rodilla, pecho y hombro izquierdo, y la rueda delantera pinchada. Acabo como puedo la ruta y para casa con un mosqueo del 500%. Al final solo pude dar una vuelta. Mecagüen...
Toda la semana dolorido... el pecho y la rodilla recuperados, pero el hombro... dichoso hombro.


2 de Junio, Duatlon "El Diable".

Estuve toda la semana sin saber si podría hacer la duatlon a causa del dolor en el hombro, pero aún así, no me iba a quedar con las ganas de hacerla después de estar más de un año con el gusanillo de hacer alguna. Y cuando llega la hora de la verdad, mierda... pero me da igual, YO LA HAGO!!! ya que solo lo pasaría mal en la bici y aún así, "estaba doblemente motivado".


Llego a Martorell a las 8 de la mañana, recojo el dorsal, me pongo crema en el hombro, preparo la bici y la llevo a boxes donde tendría mi sitio reservado para poner todos mis atuendos a la hora de hacer la transición de correr a bici y viceversa.


Una vez todo listo, me voy a calentar un poco y a falta de cinco minutos me voy a la salida. Según el perfil, haríamos 6 kms aunque a mí y al resto, nos salieron 7 kms.


Somos unos 250 participantes y todo el mundo quiere salir delante, que agonía que son algunos. Sin darnos cuenta, son las 9 en punto y dan la salida.


Con 7 kilómetros por delante, la gente sale que se las pela, - ¡¡¡pero si todavía queda mucho!!!- me digo a mí mismo. Intento coger mi ritmo y olvidarme de los demás, pero la misma carrera te hace ir más rápido de la cuenta. Las pulsaciones van altísimas y me da la sensación de que voy de los últimos... Pasamos por el puente del Diablo y aquí si que se dispara el pulsometro.



Los demás kilómetros intentaría bajar las pulsaciones de cara a coger la bici pero era imposible ya que aunque no había practicamente subida, en ningún momento baje de 175 ppm. De vuelta, volvimos a pasar por el puente del Diablo y aquí ya el grupo empezaba a distanciarse.


A falta de un kilómetro y algo, nos vamos acercando a boxes para hacer la transición de la bici. Esto es nuevo para mí y los nervios que tenía al principio han desaparecido. Parecía que lo hubiera echo toda la vida, jeje...





Ahora llegaba el turno de la bici. Tenía 22 kilómetros por delante y un hombro tocado. El principal problema serían las trialeras y el terreno roto que habría durante todo el recorrido.


Con las pulsaciones a tope, prefiero reservarme para la subida y hacer los primeros 5 kilómetros tranquilo y sin forzar, mientras más de una quincena de bikers me pasan a toda leche. Llega la subida y en practicamente 4 kilómetros, subimos 400 m+ de desnivel con rampas que llegan al 30%.
En una de esas rampas hacemos como las fichas de domino. Un chico se cae encima de una chica y la chica encima mío sin yo llegar a caer. A partir de aquí, toca caminar unos 30 metros hasta que podemos subirnos de nuevo a la bici. Adelanto bastante gente, pero también me adelantan a mí. No tengo las patas que yo quisiera, ya que no he tocado la bici apenas, pero es lo que hay... no me preocupa.


Una vez arriba y sabiendo lo que quedaba, ahora sí lo doy todo a falta de 13 kilómetros, alternando bajadas, senderos, trialeras y alguna que otra subida durilla. Paso por donde me caí la semana anterior y la organización había bloqueado el paso por donde estaba el reguero. Muy bien por ellos!!! Mientras, iba con los dientes apretados aguantando el dolor del hombro como podía, pero no me quedaba otra...


Al salir del último sendero, entramos de nuevo a Martorell a falta de dos kilómetros para llegar de nuevo a boxes. Ya no sé ni si voy de los últimos o no, pero no me he encontrado mucha gente por el camino. Llego a boxes y toca afrontar los últimos 3 kilómetros corriendo.


De nuevo tocaba quitarse el casco, la mochila y ponerse las bambas. Esta es la transición que más miedo me daba. La intención es hacer esos tres kilómetros a tope pero teniendo especial cuidado los primeros 500 metros.



Salgo del box y a los 100 metros de empezar a correr, noto los primeros amagos de rampas en los isquiotibiales (de ahí el miedo) pero aparte de eso, un inoportuno flato me acompañaría durante los tres kilómetros finales. En esos tres kilómetros apenas podía correr, simplemente me dejaba ir a duras penas mientras la gente me iba pasando.



Al llegar a la meta, la cara de pocos amigos que tenía era por el mal rato pasado en esos últimos kilómetros finales. De todas maneras estoy contento por la experiencia vivida que espero volver a repetir en alguna otra ocasión, aunque al acabar la prueba dijese todo lo contrario, jeje...
Simplemente es cuestión de entrenarlo a conciencia ya que son pruebas muy rápidas en las que en todo momento hay que ir al 100x100.
Tiempo final 2h 20m en el puesto 66 de 231 participantes.


Salud, paticas y pedales.