TURO DE L'HOME (MONTSENY)

Hace ya tres semanas atrás, exactamente el 10 de Septiembre, acompañe a Bruno al Montseny para que me enseñara una ruta echa por él este verano. La verdad es que me apetecía mucho pues hacía muchisimo tiempo que no pasaba por allí.
Físicamente estaba fatal (y lo sigo estando, jeje...) pero que demonios, la cuestión era ir a dar una vuelta.

La ruta fue la siguiente:
Montseny - La Costa del Montseny - Fontmartina - Turó de L'Home - Santa Fe del Montseny - La Costa del Montseny - Montseny.
Total 50 km. Desnivel + acumulado 1.674 m.

La ruta fue divertida, tanto por los caminos recorridos como por la compañía. Por falta de tiempo haré un resumen bastante conciso de lo que fue la ruta.
Alternamos caminos pasando por La Costa del Montseny y Fontmartina, nos encontramos un rebaño de ovejas y alguna cabra.

Continuamos subiendo y antes de llegar al cruce de Santa Fe del Montseny pincho Bruno la rueda trasera y paramos en el mirador de les Goitadores ha arreglar el pinchazo de su rueda trasera.

Arreglado el pinchazo, seguimos por  carretera y en el desvío de Santa Fe del Monteny nos dirigimos a subir al Turó de L'Home (1.702 m. aprox.).

Llegados al Turó, nos disponemos a subir al punto geodésico de la cima. Que no se diga que no hemos llegado arriba.

Bajamos por camino para enlazar con un sendero bastante pedregoso rodeado de mucha vegetación, lo que hace que disfrutemos del paisaje.

Salimos de esta zona con bastante vegetación, para entrar en otra en la que las zarzas ocupaban gran parte del camino. Al pasar por allí, una de las zarzas me dio un gran abrazo lo que hizo que yo  me frenara y mi bici quisiera continuar. Conclusión, el "menda" al suelo. Bueno mejor dicho, a las zarzas.
¡¡¡Bruno!!! ¡¡¡Sacame de aquíííí!!!

Llegamos a Santa Fe del Montseny y nos vamos directos al lago, el cual no estaba muy lleno la verdad y después iríamos a rellenar los bidones a una fuente que no recuerdo su nombre.

Volvimos a Santa Fe para ir directos al centro de información para observar los tres arboles que hay en a entrada, los cuales tenían unos 120 años de los 2.000 que pueden llegar a vivir. Los habían traído de Canadá.

Ahora ya por carretera, llaneando primero y bajando después, llegaríamos al pueblo de Montseny satisfechos de la jornada.

Buen día el que pasamos, buenas risas y buena compañía. Después de un mes sin tocar la bici, el único dato negativo, un fuerte dolor en mi rodilla izquierda subiendo al Turó pero que no impidió realizar la ruta. Aunque la intención era hacerla más larga, pero por la rodilla y otros motivos no pudo ser. Otra vez será.