-3 GRADOS ¡¡¡ UN FRIO DEL CARAJO !!!

Salida de Bruno y yo, por su territorio, vaya par de locos, cualquiera que nos viera.......a saber que pensaría, pero nosotros a lo nuestro, a "disfrutar" de nuestro hobby.
Corbera de Llobregat-Carretera N-340-Coll de la Creu d'Ordal (487m.)-Canteras de l'Ordal-Puig d'Agulles de l'Ordal (653m.)-Urb. El Lledoner-Olesa de Bonesvalls-Urb. El Lledoner-Port de l'Ordal-Montañas de Corbera-Ermita de Sant Ponç-Corbera de Llobregat. Total 46'23km. con un desnivel positivo acumulado de 1.281m.

La mañana ya se presentaba fresquita cuando salí de L'Hospitalet a 1 grado y una vez llegado a Corbera, -1 grado de temperatura, ¿pero donde estoy, en Siberia?, menudo frío hace. Veo a Bruno, preparamos nuestras monturas, nos quejamos del frío (¿que nos ponemos, esto no puede ser, nos vamos a casa, yo no salgo...?) pero lo que sentimos por este deporte, no tiene nombre y nos embarcamos a la aventura. Salimos de Corbera en dirección al Coll de la Creu d'Ordal, con intención de subir el Puig d'Agulles pero cual fue nuestra sorpresa que llegando al puerto de l'Ordal, estaba todo nevado y a -3 grados, temperatura que nos acompaño gran parte de la ruta. Seguimos subiendo al Puig d'Agulles y a 800m. de llegar arriba, el camino ya estaba completamente helado y sin ninguna posibilidad de continuar, ya que parecía una pista de patinaje, foto de rigor y bajamos con mucho cuidado en dirección a Olesa de Bonesvalls.

En Olesa de Bonesvalls, decidimos parar en un bar a causa del frío infernal que estábamos pasando (congelación de manos y pies, bueno mas que congelación era un dolor insoportable, yo no podía cambiar piñones con los dedos, solo con la palma de la mano y aún así nos costaba lo nuestro continuar). Nos tomamos un "refrigerio" muy, muy, muy caliente, mientras la gente del bar se preguntaba "que hacen estos locos con la que esta cayendo", nos calentamos un poco y vuelta atrás otra vez, aunque nuestra intención era llegar a Begues, pero el frío nos hizo cambiar de opinión. Subimos otra vez El Ordal y Bruno continuo con una improvisada ruta por las montañas de alrededor de Corbera, incluyendo senderos y trialeras. La verdad que fue muy divertida, aunque el dichoso frio, el barro y los charcos no nos dejaban disfrutar del todo, pero ya habrán mejores ocasiones.

Ya finalizando, pasamos por la Ermita de Sant Ponç del siglo XI, por cierto muy bonita, para llegar a Corbera, no sin antes limpiar nuestras monturas en las cocheras de autobuses de un buen amigo de Bruno, "Gracias por ello, Alex". En definitiva muy buena ruta, y "muy mejor clima" aunque lo hayamos pasado mal por principios de congelación, a sido una ruta muy satisfactoria, que en cuanto haya oportunidad, volveremos a repetir, pero sin esos -3 grados.

Dar las gracias a Bruno por enseñarme "su territorio", que no sera la última vez y por su gran y grata compañía. Nos vemos en la próxima.

Txarly.