DESNIVEL Y KILOMETROS, UN "POCO" DE TODO

Ayer sábado, tocaba hacer horas y horas encima de la bicicleta, dicho y echo fue exactamente lo que hicimos. Ya a falta de dos semanas para Los 10.000 del Soplao, no queda otra que ir acostumbrando un poco el cuerpo para realizar esta locura.... ¿no seria mejor hacerla en dos o tres días...? pues va a ser que no, esta gente del norte lo hace todo a lo grande y nunca mejor dicho. La ruta fue:
Bellvitge - Cornella - Sant Feliu de Llobregat - Molins de Rei - Cuatro caminos - La Palma - Fontpineda - Palleja - Fontpineda - Corbera - Puerto La Creu Aregall - Urbanización Safari - Puig d'Agulles - Puerto de l'Ordal - Ordal (pueblo) - Puig d'Agulles - Urbanización Safari - Puerto La Creu Aregall - Gelida - Rio Anoia - Gelida - Cruz de La Creu Aregall - Corbera - Hotel Can Rafel - Fuente de Can Rafel - Corbera - La Palma - N-340 - Poligono Les Fallulles - Cuatro caminos - Molins de Rei - Sant Bartolomeu de la Quadra - Merendero La Creu d'Olorde - Turo d'en Cors - Vallvidrera - Tibidabo - Vallvidrera - Turo d'en Cors - Matamachos - Plaza Mireia - Esplugues - L´Hospitalet - Bellvitge.

Total 134 km. Desnivel positivo acumulado 3.324 m. Velocidad media 15,3 km/h Tiempo d pedaleo 8h. 35m. Tiempo total salida 10h.

Salgo de casa a las 8 de la mañana, dirección hacia La Palma para encontrarme con Bruno sobre las 9'15. Como la noche anterior estuvo lloviendo, en vez de ir por el río hasta cuatro caminos (ya que estaría embarrado), fui cruzando pueblos y por carretera llego a La Palma a las 8'50. Para no quedarme frío esperándolo, subo un pequeño repecho de kilómetro y medio hasta su llegada.

Después de que Bruno explorara parte de algún camino y afirmara que estaba todo embarrado, decidimos hacer carretera para aprovechar las horas de este largo día que tendríamos por delante. Ya que él se conoce la zona casi a la perfección, alternamos con algún camino esas largas subidas con buenos porcentajes, aunque para el Soplao no sabremos si habrán pendientes duras (alguna si habrá, seguro), en porcentaje me refiero.

Una vez subida la Creu d'Aregall un par de veces por sus dos lados, el Puig d'Agulles otras dos por lados diferentes, dos repechos de unos dos kilómetros bastantes duros (Fontpineda y Palleja), etc.. a las 14'30 paramos a comernos un bocadillo en un bar, en la cima de la Creu d'Aregall.

Después de llenar nuestros estómagos y sin muchas ganas de seguir pedaleando, nos hacemos fuertes, bajamos a Corbera y nos disponemos a subir al hotel Can Rafel. Una subida no muy larga, pero si bastante dura y más, sin hacer la digestión y con la butifarra en la garganta todavía, hacemos un par de fotos y bajamos al polígono de Las Fallullas a lavar la bicicleta, ya que estaba llena de barro a consecuencia de una aventurilla por un camino tipo sendero que conocía Bruno pero que no esperaba que estuviera de esa manera (desde el antiguo puerto de Ordal, hasta el pueblo que da nombre a dicho puerto, Ordal)

Nos despedimos Bruno y yo, ya que eran las 17 de la tarde. Él seguiría con su ruta por Corbera y yo me encaminaría dirección al merendero de la Creu d'Olorde para pasar por el Turo d'en Cors y llegar hasta el Tibidabo. Una vez allí, vuelta atrás por Vallvidrera, Turo d'en Cors y con la mirada puesta al matamachos.

Con las piernas ya un poco tocadas, me decido a subir el matamachos y llegando al final ya dándolo todo, el tendón me da un aviso. A falta de unos metros y sin poder más, mi intención es poner pie al suelo, levanto la cabeza y veo a dos ciclistas mirándome como subía. Me olvido de poner el pie y sacando todo lo que tenía, consigo llegar arriba literalmente muerto, pero no podía rendirme y menos cuando lo has subido tantas veces y más encima, cuando hay gente observandote como subes (por vergüenza, jeje..).

Sin parar, bajo hacía plaza Mireia para rematar subir la guinda, pero llegando abajo ¡¡¡PCHSSSSS!!! que mala suerte he pinchado. Pues nada arreglo el pinchazo y sin más, me dirijo
a casa, pues se me han quitado las ganas de volver a subir y más cuando eran las 19 h. y a las 21 había quedado con mi hermana y mi cuñao, para ir a ver el Espanyol.

Conclusión, buena ruta y buena compañía por parte de Bruno, buenos kilómetros y buen desnivel acumulado, buen ritmo en las subidas y sobretodo, la moral por las nubes que en definitiva es lo que realmente importa, estar mentalmente preparado para lo que se nos avecine. Mi única preocupación es el tendón rotuliano y el barro que nos podemos llegar a encontrar y no por la lluvia (agua bendita, jeje...).

Soplao, que nos tienes allí en semana y media.

Carlos.