TRANSPIRENAICA. 3ª etapa BAGÀ - NOVES DEL SEGRE

2 de Agosto.
El día de hoy amanecía gris pero no climatologicamente hablando, no, sino que por motivos físicos paso por nuestra cabeza el abadono y el darnos la vuelta sin poder completar nuestro objetivo.

La etapa fue la siguiente:

Bagà - Coll d'Escriga - Gisclareny - Coll de Bauma - Serra del Cadí y Massís del Pedraforca - Coma dels Caners - Josa de Cadí - Tuixent - Montargull - Sorribes de la Vansa - La Barceloneta - Montan - Tunel de Montan de Tost - Els Hostalets de Tost - Noves de Segre.

Total 83'4 km. Desnivel + acumulado 2.070 m.

Salimos del hostal con malas sensaciones, por mi parte tras la caída tonta del día anterior, molestias en la rodilla al flexionarla pero nada comparado con Juanin. Este, apenas podía dar pedales pero como "sarna con gusto no pica", decidió continuar con la etapa para probar hasta donde era capaz de llegar (si podíamos llegar...). Antes de salir, pasamos por n supermercado a comprar pan, embutido y algo de fruta para almorzar mas adelante.

Comenzamos a subir todos juntos por carretera las primeras rampas por la Sierra de Gisclareny. Rampas con un porcentaje bastante alto superando el 15% y esto solo acababa de empezar. Javi, rápidamente cogió su ritmo y se fue marchando poco a poco, yo algo tocado le seguía a duras penas pero Juanin con el platillo y sufriendo lo suyo  iba haciendo lo que podía hasta que dejamos de verle.

Llegamos al coll de l'Escriga ( 1.360 m.) mientras esperamos a Juanin a que llegue. Después de muchos minutos y sin apenas cobertura, intentamos localizarle por teléfono pero no había manera. Al cabo de muchos minutos y después de comentar a Javi que lo mejor sería dar la vuelta, ir a Berga y coger un bus a Barcelona porque so no tiene muy buena pinta, aparece Juanin y nos comenta que nos habíamos pasado el camino que teníamos que seguir con el GPS (vamos el track).  Decidimos continuar por carretera y no volver a subir esas duras rampas y menos por camino. Juanin no quería abandonar.

Continuamos por carretera hasta Gisclareny sin adentrarnos en el pueblo, simplemente desviándonos para rellenar los bidones de agua en la fuente por lo que pueda pasar o no encontrarnos más adelante.

Siempre por carretera y pendientes de la rodilla de Juanin vemos a lo lejos el Massis del Pedraforca, impresionante, a más de uno lo dejo sin palabras.

Ahora empezábamos a adentrarnos por la Sierra del Cadí-Moixero, donde enlazamos de nuevo con el track a la altura del coll de la Bena (1.436 m.).

Seguimos por camino admirando las vistas por cada rincón que pasábamos, es cierto que una vez que ves las fotos no se aprecia realmente como si estuviéramos allí, pero no podía dejar pasar la oportunidad de retratar todo lo que mis retinas veían.

Javi, por delante.

Juanin por detrás.

Y yo esperando a que alguien se dignara a que me hiciera alguna foto de vez en cuando, que parecía el reportero dicharachero de la ruta veraniega.

Una vez llegados al coll de Bauma (1.573 m.) paramos a almorzar pues todavía nos quedaba algo de subida en la jornada y le vendría bien a Juanin parar para descansar el tendón de la rodilla.

Mientras, vamos pasando por el coll de Font Cerdana (1.856 m.),  hasta llegar al coll de Torn (1.915 m.) donde se aprecia con mayúsculas el Massís del Pedrafoca en todo su esplendor.

Empezamos la bajada, llegamos al coll de les Bassotes (1.872 m.). Continuamos bajando hasta el Collell (1.843 m.) para coger un desvío que nos lleva a un pequeño sendero seguido de otro que parecía más una trialera (camí de Cerneres) pero siempre por el Serrat de la Portella.
En esta bajada, tuve un serio aviso. Me quedé sin freno trasero, posiblemente una burbuja en el hidráulico hizo que me quedara sin frenos por momentos, ya que no siempre era así. Lástima porque esta bajada era para disfrutarla, pero en la cual tuve que ir con los cinco sentidos sin descuidarme y apretando fuertemente los frenos para no irme al suelo.

Llegamos abajo y enlazamos con carretera para llegar a pasar cerca del pueblo Josa del Cadí, en el cual no paramos y continuamos hacia abajo.

Al llegar al desvío de Tuixent, paramos para comer y reponer fuerzas Falta nos hizo ya que con el calor que hacia estábamos más secos que la mojama. Y encima encontramos una fuente fresquita en el pueblo en el que aprovechamos a remojarnos un poco y rellenar bidones.

Al acabar de comer, decidimos variar la ruta a consecuencia del tendón de Juanin y así acortar la ruta del día siguiente, ya que no sabríamos que pasaría. En vez de ir a La Seu d'Urgell y para luego bajar a seguir el camino por Noves de Segre, lo mejor sería ir hasta allí directamente y ahorrarnos esos kilómetros. Nos costo variarla pero era lo mejor que podíamos hacer en esos momentos.

Salimos deTuixent y pasando por la Sierra dels Perdigons, la de Escabanelles, la del Camp y el bosque del Ribó, llegamos a Montargull, Sorribes de la Vansa y la Barceloneta.
Por una serie de sierras enlazadas entre sí ( Serra de Rocapedra, Montsec de Tost, Las Boixaderes.....) llegamos al coll d'Arnat (1.273 m.) en una subida de 9'5 km y con el viento a favor, lo que la hace una delicia subirla y con el mínimo esfuerzo habiendo rampas máximas del 11%. Juanin con su procesión particular, chino chano iba sumando kilómetros.

Una vez arriba y con algún repecho que otro mientras bajamos, pasamos por Montan de Tost para llegar al Coll del Solà (1.127 m.). Con 9 km de bajada a (564 m.) pasamos por 18 curvas de herradura para llegar al puente de la Torre en la C-14 dirección a la Seu d'Urgell.

Cruzamos el túnel de Montal de Tost y a pocos kilómetros de llegar a Noves del Segre, Javi y yo nos adelantamos en busca de alojamiento, mientras Juanin como puede sigue a su ritmo para llegar al destino.

Al llegar a Noves de Segre, un payés asalta a Javi tirándose literalmente del tractor para decirle que si buscamos alojamiento, el tiene un apartamento y que su mujer nos atendería. Esperamos la llegada de Juanin y decidimos quedarnos allí, pues no había mas alojamientos en el pueblo.

Nos duchamos, nos dimos un paseo por el pueblo y en la cena con un litro de vino entre Juanin y yo (Javi bebería agua) celebramos el haber acabado aunque casi a rastras la jornada de hoy. La cena que nos preparó la mujer del payés fue espectacular (sopa de Galets, lomo con tomate y fruta en abundancia). Un poco embriagados y con las consiguientes risas, salimos a contemplar las estrellas y la tormenta que se veía no muy lejos de nosotros.

Contentos pero cansados al mismo tiempo, volvimos al apartamento que estaba en la casa  (foto superior) y cerca de la una de la mañana nos metimos en la cama esperando al día siguiente. Yo seguía algo dolorido en la rodilla y Juanin con su tendón.
Ya veremos como amanece.