RESACA EN SANT RAMÓN

Después de un sábado INTENSO de calçotada...., el domingo sin ningunas ganas de dar pedales, con el día nublado, lloviendo y con la cabeza como un bombo, a las 12 del mediodía Jorge y yo nos disponemos a subir Sant Ramón un par de veces e irnos a casa, ya que mí cuerpo no estaba para muchas bromas.

 

La ruta fue la siguiente:
L'Hospitalet - río Llobregat - Sant Boi - Sant Ramón - sendero de Sant Ramón - Sant Climent - Creu de Querol - Sant Boi - + cuatro subidas seguidas a Sant Ramón por sitios diferentes - Sant Boi - río Llobregat - L'Hospitalet.
Total 50 km con un desnivel + acumulado de 1.400 m.

Salimos de L'Hospitalet para coger el margen de río por Bellvitge y enseguida llegamos a Sant Boi, hasta aquí, aunque iba con la rueda trasera frenada que me fue lastrando toda la salida (por un cambio de pastillas de frenos, ya que los pistones se cerraban) iba más o menos bien.

Llegamos a la primera subida a Sant Ramón y... hay mi madre!!! Las piernas no van, las pulsaciones por las nubes, la boca sequísima, la cabeza me estalla... empiezan hacer efecto los excesos del día anterior. Antes de coronar a la ermita comienza a llover y la verdad es que lo agradezco. Pasándolo realmente mal llego arriba DOBLAO!!!

Bajamos por un sendero y nos dirigimos por carretera a Sant Climent para coger el camino que nos lleva a la Creu de Querol, aunque antes paramos para mirar si podemos abrir los pistones de mi freno trasero pero nos imposible (ya lo haría en casa).
Llegamos a la Creu de Querol, rodeamos el Pi de Can Cartro y al coger el camino que nos llevaría de vuelta a Sant Boi, un mini toque de freno por un tramo de asfalto mojado de bajada hace que la rueda trasera patine. En milésimas de segundo tengo que decidir si estamparme contra un poste de la luz, arrastrarme por el asfalto con las consecuentes quemaduras o irme derecho a unas zarzas y amortiguar el golpe aunque me pinchara. Elegí esto último, jejeje... resultado... sin consecuencias ninguna solo un par de pinchazos.

Llegamos a Sant Boi por unos senderos y nos disponemos a subir de nuevo a Sant Ramón. Jorge siempre por delante y yo sufriendo hacia lo que podía, que no era poco.

Al llegar arriba, comemos algo y para abajo otra vez. Volvemos a subir otras tres veces más por diferentes sitios, ya que estábamos allí.... había que salvar el fin de semana de alguna manera.
Tuve entreno físico en malas condiciones, pero lo mejor fue el entreno psicológico... de eso no cabe duda.

Esperemos que el fin de semana que viene sea mucho mejor que este, jeje... pero es lo que tiene juntarse todos los amigos, algunos de los cuales hacía mucho que no nos veíamos y no todo va a ser dar pedales. La Transmaresme se acerca.

Salud y pedales.